Andrea Politti, mujer multifacética (AHORA).
En su tercera temporada al frente de "Los unos y los otros", por la pantalla de América, Andrea Politti disfruta de la repercusión del ciclo. "Hacemos un programa con pausas y sin estridencias. Es atípico para la tv de hoy", contó la actriz y conductora en una charla con Ahora, del diario Crónica.
Comenzó una nueva temporada al frente del programa sin
haberse tomado siquiera unos pocos días de vacaciones debido al éxito
que tuvo con la obra “El don de la palabra” que protagonizó en el Teatro Picadilly junto a Gonzalo Heredia , Guillermo Arengo y Sofía Gala , que continuó en cartelera hasta mediados de abril.
“Hacía diez años que no trabajaba en teatro porque no encontraba material. Quería algo distinto y, cuando la obra llegó a mis manos, pensé: ‘Esto es un desafío actoral’, y lo corroboré cuando hicimos el primer ensayo con público. Mi corazón desbordaba. Tuve la misma sensación de cuando una está enamorada y en un momento me pregunté: ‘¿Por qué estuve alejada tanto tiempo de mi lugar?’. Prometí volver a las tablas y también bajar el ritmo porque la televisión me demanda un gran compromiso”, cuenta Andrea Politti .
‑El año pasado hiciste ficción...
‑Sí, me convocaron para un personaje muy lindo en “Maltratadas”, un unitario que salió por América, otra experiencia genial que transité con Alejandro Awada y, como siem‑ pre, tuve inclinación por lo social. Me gusta trabajar en este canal porque, si pasa algo importante en el país, tengo la posibilidad de hacer un comentario en vivo desde “Los unos y los otros”.
‑Después de haber hecho un unitario, ¿te animarías a la tira?
‑Sería imposible mientras conduzca, salvo que me llamen para diez o quince capítulos.
‑Te planteaste parar el año que viene y descansar de “Los unos y los otros”.
‑El descanso lo plantea el canal. Igual falta tanto para fin de año que no me puedo aventurar. Tal vez sería interesante hacer un paréntesis, reevaluar y, en base a eso, ver.
‑Además la televisión está vertiginosa, difícil para proyectar, ¿no?
‑Tal cual. Ni los grandes pueden relajarse...Hay que estar abierto para lo que vaya sucediendo.
‑Cuando no trabajás, ¿cuál es tu ritmo?
‑Estamos más tiempo juntos con mi hijo Galo, que tiene doce años, le doy más vuelo a mi mundo interno, leo y salgo con más frecuencia al cine y al teatro. Me pongo creativa y hasta escribo algo. Eso me pasa durante los primeros meses. Después me empiezo a inquietar porque soy una persona que trabaja desde los diecinueve años, de modo que la vida muy pasiva no es lo mío. Por eso voy al gim‑ nasio y descargo. En cambio, cuando estoy en el aire, desde que me levanto hasta que me acuesto mi mente está en el programa. Yo vivo un poco en función de lo que hago.
‑Muchos elogian tu silueta.
‑La verdad, me cuido, principalmente por‑ que las mujeres cuando nos ponemos madu‑ ras nos cuidamos más que de jóvenes. Estoy atenta a las comidas, a los controles médicos y a todo, más allá de la coquetería. Es decir que, si quiero extender el hecho de estar presentable lo mejor posible hasta que la vida diga, hay que tener buena calidad de vida. También salgo a correr y realizo una técnica de relajación y flexibilización que tiene que ver con la danza, me elonga y pone muy bien, porque además está el tema de la postura.
‑¿Qué opinás de la televisión mediática?
‑No la entiendo, tampoco me asusta, pero a la gente le interesa, si no no rendiría.
‑¿Qué programas te atraen?
‑Hay cosas muy divertidas en el programa de Alejandro Fantino, Santiago del Moro tiene momentos muy logrados y Jorge Rial es un clásico: está todo el día en el aire porque lo levantan de otros progra‑ mas. Con las novelas, hago zapping porque soy de las mujeres que todavía preparan la cena. Y cocino sanito: pollo, carnes y pescados.
"Hace quince años que estoy en pareja"
-¿Cómo está la familia?
-Muy bien, por suerte. Con Fernando, mi marido, cumplimos quince años de convivencia y tenemos a Galo, de doce. Mi mamá nunca se hubiera imaginado que iba a durar tanto... Es más, cuando era chica la rara era yo, que tenía padres separados. Ahora también pero al revés, porque sigo en pareja con el padre de mi hijo.
-¿Te gustaría tomarte unos días para las vacaciones de invierno en familia?
-Si el canal me da la posibilidad de grabar, me encantaría.
-¿Fue decisión de la pareja tener un solo hijo?
-Sí, pero siempre le pregunté a Galo si quería tener un hermanito, sobre todo para saber qué pensaba del tema ya que nunca dice nada. Y aparentemente está muy contento y feliz así. La idea de compartir no lo entusiasma demasiado, pero es sociable y tiene muchos amigos.
"Hacemos un programa con pausa y sin estridencias"
-¿Cómo estás vivenciando la tercera temporada de “Los unos y los otros”?
-Feliz, muy bien. El mentor de este programa fue Mario Cella y ahora sigue Liliana Parodi a cargo de la gerencia. Estoy en un canal donde me siento muy bien y me contienen a tal punto que bajé el estrés. No es porque en los otros canales me haya ido mal, para nada. Trabajé mucho tiempo en El Trece, pero cuando las empresas son más grandes es mayor el vértigo para conseguir un rating mejor. Internamente estás más presionado.
-El programa que conducís comienza y crece en el interés del público. ¿Por qué creés que sucede esto?
-Es que nos sentamos a conversar en televisión con intimidad. Y eso que la gente cuenta historias fuertes, a veces para lograr soluciones, otras para exponer lo que le sucede o directamente para buscar a alguien que estaba perdido... A mí todavía me sorprende gratamente que el público se enganche escuchando la historia de otra persona, vidas ajenas. Algunos se identifican, otros se enganchan con el tema de la identidad. Hacemos un programa con pausas y sin estridencias. Es atípico para lo que se está haciendo en televisión.
-Te identificás con la canción de cortina que dice “Todos los días sale el sol, es para mí, es para vos...”
-Es un tema esperanzador... Un tema que impulsa a luchar, seguir y pelearla
Fuente: DiarioShow
“Hacía diez años que no trabajaba en teatro porque no encontraba material. Quería algo distinto y, cuando la obra llegó a mis manos, pensé: ‘Esto es un desafío actoral’, y lo corroboré cuando hicimos el primer ensayo con público. Mi corazón desbordaba. Tuve la misma sensación de cuando una está enamorada y en un momento me pregunté: ‘¿Por qué estuve alejada tanto tiempo de mi lugar?’. Prometí volver a las tablas y también bajar el ritmo porque la televisión me demanda un gran compromiso”, cuenta Andrea Politti .
‑El año pasado hiciste ficción...
‑Sí, me convocaron para un personaje muy lindo en “Maltratadas”, un unitario que salió por América, otra experiencia genial que transité con Alejandro Awada y, como siem‑ pre, tuve inclinación por lo social. Me gusta trabajar en este canal porque, si pasa algo importante en el país, tengo la posibilidad de hacer un comentario en vivo desde “Los unos y los otros”.
‑Después de haber hecho un unitario, ¿te animarías a la tira?
‑Sería imposible mientras conduzca, salvo que me llamen para diez o quince capítulos.
‑Te planteaste parar el año que viene y descansar de “Los unos y los otros”.
‑El descanso lo plantea el canal. Igual falta tanto para fin de año que no me puedo aventurar. Tal vez sería interesante hacer un paréntesis, reevaluar y, en base a eso, ver.
‑Además la televisión está vertiginosa, difícil para proyectar, ¿no?
‑Tal cual. Ni los grandes pueden relajarse...Hay que estar abierto para lo que vaya sucediendo.
‑Cuando no trabajás, ¿cuál es tu ritmo?
‑Estamos más tiempo juntos con mi hijo Galo, que tiene doce años, le doy más vuelo a mi mundo interno, leo y salgo con más frecuencia al cine y al teatro. Me pongo creativa y hasta escribo algo. Eso me pasa durante los primeros meses. Después me empiezo a inquietar porque soy una persona que trabaja desde los diecinueve años, de modo que la vida muy pasiva no es lo mío. Por eso voy al gim‑ nasio y descargo. En cambio, cuando estoy en el aire, desde que me levanto hasta que me acuesto mi mente está en el programa. Yo vivo un poco en función de lo que hago.
‑Muchos elogian tu silueta.
‑La verdad, me cuido, principalmente por‑ que las mujeres cuando nos ponemos madu‑ ras nos cuidamos más que de jóvenes. Estoy atenta a las comidas, a los controles médicos y a todo, más allá de la coquetería. Es decir que, si quiero extender el hecho de estar presentable lo mejor posible hasta que la vida diga, hay que tener buena calidad de vida. También salgo a correr y realizo una técnica de relajación y flexibilización que tiene que ver con la danza, me elonga y pone muy bien, porque además está el tema de la postura.
‑¿Qué opinás de la televisión mediática?
‑No la entiendo, tampoco me asusta, pero a la gente le interesa, si no no rendiría.
‑¿Qué programas te atraen?
‑Hay cosas muy divertidas en el programa de Alejandro Fantino, Santiago del Moro tiene momentos muy logrados y Jorge Rial es un clásico: está todo el día en el aire porque lo levantan de otros progra‑ mas. Con las novelas, hago zapping porque soy de las mujeres que todavía preparan la cena. Y cocino sanito: pollo, carnes y pescados.
"Hace quince años que estoy en pareja"
-¿Cómo está la familia?
-Muy bien, por suerte. Con Fernando, mi marido, cumplimos quince años de convivencia y tenemos a Galo, de doce. Mi mamá nunca se hubiera imaginado que iba a durar tanto... Es más, cuando era chica la rara era yo, que tenía padres separados. Ahora también pero al revés, porque sigo en pareja con el padre de mi hijo.
-¿Te gustaría tomarte unos días para las vacaciones de invierno en familia?
-Si el canal me da la posibilidad de grabar, me encantaría.
-¿Fue decisión de la pareja tener un solo hijo?
-Sí, pero siempre le pregunté a Galo si quería tener un hermanito, sobre todo para saber qué pensaba del tema ya que nunca dice nada. Y aparentemente está muy contento y feliz así. La idea de compartir no lo entusiasma demasiado, pero es sociable y tiene muchos amigos.
"Hacemos un programa con pausa y sin estridencias"
-¿Cómo estás vivenciando la tercera temporada de “Los unos y los otros”?
-Feliz, muy bien. El mentor de este programa fue Mario Cella y ahora sigue Liliana Parodi a cargo de la gerencia. Estoy en un canal donde me siento muy bien y me contienen a tal punto que bajé el estrés. No es porque en los otros canales me haya ido mal, para nada. Trabajé mucho tiempo en El Trece, pero cuando las empresas son más grandes es mayor el vértigo para conseguir un rating mejor. Internamente estás más presionado.
-El programa que conducís comienza y crece en el interés del público. ¿Por qué creés que sucede esto?
-Es que nos sentamos a conversar en televisión con intimidad. Y eso que la gente cuenta historias fuertes, a veces para lograr soluciones, otras para exponer lo que le sucede o directamente para buscar a alguien que estaba perdido... A mí todavía me sorprende gratamente que el público se enganche escuchando la historia de otra persona, vidas ajenas. Algunos se identifican, otros se enganchan con el tema de la identidad. Hacemos un programa con pausas y sin estridencias. Es atípico para lo que se está haciendo en televisión.
-Te identificás con la canción de cortina que dice “Todos los días sale el sol, es para mí, es para vos...”
-Es un tema esperanzador... Un tema que impulsa a luchar, seguir y pelearla
Fuente: DiarioShow
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